Cuando las bandas necesitan una conexión inalámbrica confiable en entornos complejos, confían en Sennheiser. Así que cuando la icónica banda de rock tailandés Cocktail se embarcó en su gira de despedida, EW-D llegó para acompañarles. Nos reunimos con el equipo de audio de Cocktail después de finalizar la gira para conocer mejor los retos a los que se habían enfrentado en sus actuaciones en vivo a lo largo de los años y cómo el EW-D se convirtió en la solución definitiva.
Mind (ingeniero de sonido en vivo - FOH):
Llevamos mucho tiempo utilizando equipos Sennheiser y, personalmente, me gusta mucho la configuración que utilizamos en esta gira, especialmente el sistema EW-D combinado con la cápsula Neumann KK204, que utilizó Ohm (vocalista de Cocktail).
La estabilidad de la señal siempre ha sido un reto, especialmente en los complejos entornos de las actuaciones en vivo. Pero desde que cambiamos al EW-D, la diferencia ha sido notable. Rara vez experimentamos interrupciones. Es un sistema increíblemente estable, sobre todo si se combina con una configuración de antenas bien colocadas. Para una gira tan importante como esta, ese nivel de confiabilidad fue un punto de inflexión.
Lo que siempre me ha gustado de los micrófonos Sennheiser es lo bien que gestionan las frecuencias altas; suenan muy suaves y naturales. Hemos perfeccionado el sonido a lo largo del tiempo experimentando con diferentes cápsulas y configuraciones. Antes, utilizábamos la MMK 965, que conservamos como respaldo. Sigue funcionando muy bien.
Pero con el EW-D, no solo se trata del tono, sino también de la estabilidad del sistema. Siempre y cuando se gestionen bien aspectos tales como la colocación de las antenas, la ruta de la señal, el rango y la configuración del combinador correctamente, los resultados serán siempre excelentes. Eso es exactamente lo que necesitábamos en esta gira.
Bom (ingeniero de monitores):
Soy responsable principalmente del mix de monitores, especialmente de la configuración de monitoreo intraaural de Ohm y el resto de los miembros de la banda. Esto incluye la gestión de sistemas IEM inalámbricos y garantizar que todo funcione sin problemas en el escenario.
Cocktail utiliza Sennheiser para todo, desde micrófonos de voz hasta monitores intraurales. En el caso de los IEM, confiamos en el EW IEM G4. Para el micrófono vocal de Ohm, utilizamos el sistema EW-D emparejado con la cápsula Neumann KK 204. La calidad del sonido es excelente: muy limpio y claro.
Una de las mejoras más importantes que hemos experimentado con el sistema EW-D es la reducción de interferencias. Se trata de un sistema digital que funciona en dos bandas, lo que facilita muchísimo la gestión de la coordinación de frecuencias, sobre todo en entornos de RF abarrotados. Lo que realmente me encanta es la función de sincronización, ya que permite sincronizar el micrófono de manera inalámbrica con gran rapidez, mientras que la aplicación móvil ofrece un control total sobre la marcha. Esta función permite solucionar cualquier problema in situ de manera más rápida y eficaz.
Antes del EW-D, usábamos un sistema analógico. Funcionada, pero tenía sus limitaciones. Con el EW-D, todo es mucho más estable, hay menos interferencias y la configuración es más rápida. En un concierto en vivo, donde cada milisegundo cuenta, la velocidad y la confiabilidad tienen una importancia crítica. No hay margen de error.